Abrazo tenerte
Abrigo en mi sosiego, un abrazo de tu esencia.
Percibo en mi quietud, una luz;
tu incandescencia.
Navego en mi nido un sentido de extrañarte y sostengo en mi delirio, tu voz, al nombrarme.
Percibo en mi consciente, la ausencia de tu temple
extraño tu cuerpo, tu pelo, tu aroma y tus dientes.
Extraño observarte y verme mirarte, extraño cuidarte
quererte y besarte.
Y es en la pausa, en la quietud, en donde la esencia de amarte me da para abrazarte, para tenerte, siempre
en estado constante.
Y ahí, en el abrazo de poder, aquel que no se diluye, que no se disuelve. En ese poderoso encuentro de siempre tenerte, concluyo la dicha de poderte, de saberte, de sentirte
más parte de mi,
de lo que nunca pude sentirte.