Adios Año
Cerramos un ciclo temporal con las esperanzas renovadas y los sueños intactos.
Decimos adiós al año, como dejándolo en definitiva, pero este año, como todos, no lo dejamos atrás… Lo traemos “puesto”.
El año en si, nos dejó a nosotros
y en ese transcurso no precisamente tácito que es el tiempo, nos deja impresas, sino es que tatuadas, todas sus enseñanzas. Aprendizajes, cicatrices, alegrías y unas lecciones misteriosas que en el dolor se subrayan y edifican con intenciones de definirnos.
Adiós al año pues, aunque no exista como tal un corte y queda, un punto final y/o una nueva página. Quedamos cautos y conscientes, queremos ser sencillos y elocuentes; a reconocer la expansión del amor en el dolor, a profundizar e interiorizar que las despedidas son enseñanzas y una especie de curso avanzado hacia y para el amor. A saber que la fortuna nos nos abandonó, solo nos brindó herramientas distintas para conocernos, reconocernos y chance también, comprendernos.
Que la fragilidad nos compacta y nos acerca, nos enseña la verdadera importancia de la vida y borra, aunque sea por momentos, las berreras que la educación nos impone y limita para expresar cariño.
Que somos parte de los que nos dejaron y que ellos son parte infinita de nosotros, que nuestra comunión y comunicación se eleva a un plano donde la entrada es el perdón y el único lenguaje es el amor.
Adiós al año. Este parámetro cronológico hace una pausa, milimétrica, como de un segundo para abrir el corazón y la energía a iniciar la próxima vuelta al sol, con la ilusión y alegría de sabernos vivos, de reconocernos sanos, acompañados, amados, siempre, siempre afortunados.
Ahí, en ese limbo espacial, en ese pequeño suspiro, nos toca solamente agradecer y de nuevo, caminar para crecer. Abracemos el año, abracémonos, sigamos tejiendo puentes, lazos y caminos de común unión.
Hola al nuevo año, hola a las nuevas oportunidades, hola al misterio de acontecer y hola al ahora, que es lo que más importa, lo realmente palpable y lo que con mayor frecuencia uno ignora.
Adiós al año, gracias, que esta férrea enseñanza nos de materia y criterio para seguir… para crecer, para saber y disfrutar amar.