El Amor, Locura Todo

El amor, locura todo. El amor en su poder magnánimo, fortalece las esperanzas, trasgrede la energía corporal y mental. Sana, cuida, ocupa y procura todo. En veces, a quien lo da sin buscar nada a cambio; lo reta a travesías como de montaña en tormenta de nieve. Lo provoca, lo demanda, lo agota, lo insulta, lo atropella y a la vez, lo pone de pie con el más mínimo esbozo de respuesta.

El amor, en su seno más fiel, desdibuja la linea de la cordura, de lo humanamente posible, de la paciencia y de la perseverancia. Disloca la noción del tiempo, de la razón y las distancias. Traduce los momentos al sin tiempo, y descubre que los minutos en veces juegan a ser horas. 

Hay locura en el amor y en las ramas de su cordura, está la cura. La cura a desprenderse del ser individual y entregarse, la cura de acompañar caminos, proyectos y destinos más grandes que los elegidos, la cura de frenar, respirar y postergar todo momento personal para construir en trabajo colectivo. La cura que es locura, que es intrínseco, que es magnánimo, que es humano: sobre y super.  

El amor, locura todo; disuelve el egoísmo a medidas mínimas, inunda con energía de donde solo quedan breves suspiros de cansancio, iza banderas en terrenos de cenizas, infla corazones, motiva batallones y enaltece las razones. El amor, con cura, lo puede todo. Poseer los argumentos, los atributos y los motivos para ensanchar las esperanzas, movilizar a las masas y cambiar, de tajo, decisiones a sus anchas… concluyendo siempre por el futuro inmediato del amor demandado. 

El amor lo cura todo, no siempre en los formatos que creemos, no siempre en las respuestas que esperamos, sí siempre en las acciones de los locos que aman y no esperan más que los abrazos. 

 

A esa locura de dar y entregarse,

a esa energía única y desbordada, 

a esos incondicionales, ciegos, fieles

a esos los locos que viven y son el amor en sus acciones

a ellos, quienes generan la cura, quienes reciben la cura, la locura los concibe

como el amor que nos recibe, nos moldea, nos transforma y nos exhibe:

seres ausentes de razón, de cordura, de noción… buscando en la locura del amor, la guía para un día más, un día más. 

 

El amor, locura todo y a los locos que aman con razón, gracias por curar más de un corazón.

 

Andrés Mesa Zozaya

Julio 2018

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