Vacilé:

Vacilé, sostuve un encuentro efímero de reflexión, basculé los daños y los beneficios, en balanza decidí lo correcto y al sentar dictamen de decisión; vacilé.
Un titubeo momentáneo; tragar saliva, parpadear un poco más largo, voltear la vista o escupir un comentario innecesario.
Vacilé y del columpió resbalé, vacilé y contento engordé.
Vacilé en el aspecto, en el atuendo, en la conversación y en el discurso embriagador.
Hesité descuidado, sin embargo, el vacilar demasiado me ha vuelto un feliz ser humano. ¿mejor? No sé, ¿peor?, no lo juzgaré, pero si identificable y por supuesto destacable de un resto descifrable.
Vacilé por último en distinguirlo y fue ese acto de breve arrepentimiento, de conciencia, de duda de lo eterno, que dio pie a sentirme vivo, al menos, un poquito más despierto.

Andrés Mesa Z. Sep10

El chango bizcoComment