YA ADVERTÍ, QUE YA LO VI:
Ya advertí, que ya lo vi, que asomó con tono curioso y delató su rostro. Ya advertí, que ya lo vi, que dibujé su contorno con un discurso protector y una dialéctica mareadora. Ya advertí, que ya lo vi, que conduje su aproximación con un cántico disuelto en sales de emoción; lo vi, advertí puntual, lo vi desaparecerse en misterios y nostalgia, lo vi llorar nuestra desesperanza, lo vi cansado de pensar que soñaba y soñar que alcanzaba. Lo vi ayer, mañana, que hoy claudicaba, que renunciaba y echaba a volar el alma. Advertí, porque lo vi, que disolvía su individualidad en estrecho colectivo, lo vi y creí, que derrotó a los viejos enemigos estrechando a los amigos.
Ya Advertí, que ya lo vi, que se levantó de la conformidad y emuló a la colectividad, que transformó el egoísmo y conquistó el amor; empezó por él mismo.
Ya advertí, que ya lo vi, que me saluda vigorosamente y comienza a provocar mi mente. Lo vi, postrado frente a mí y con gesto redentor ofreció el paso iniciador a formar parte de él: es el hombre de mañana, que advertí, puntualmente; lo vi, mucho antes de conocer.
ANDRÉS MESA Z. Jun12