Aislado en melancolía, busca surcando las mentiras conquistar su utopía.
Vacío, mermado y confundido en el camino; se ve reflejado y se encuentra extraviado en su destino.
Sonriente de repente, pisa firme y ve de frente; que si es melancolía, que si rie la gente. Sonríe y avanzando advierte: "perdido estuve de repente, pero la dicha de la pausa me dio norte y voy de frente, pues preguntar no empobrece y en cuestión de soñar; no existe mejor motor y éste, ennoblece...”
Andrés Mesa Z. feb10